Afrontar eficazmente las situaciones conflictivas, aprender a comunicar malas noticias y entrenar las distintas habilidades sociales necesarias para optimizar la relación con el usuario y su familia, son los objetivos del curso que esta semana se ha celebrado en el Hospital Virgen de Altagracia de Manzanares (Ciudad Real), centro dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha.
A esta actividad formativa -impartida por la psicóloga Raquel Arellano—han acudido una treintena de profesionales sanitarios del centro hospitalario, tanto de Medicina como de Enfermería, durante cinco sesiones celebradas en el Aula Médica Emiliano García Roldán. La primera edición del curso se desarrolló desde el 30 de marzo al 3 de abril y estuvo dirigida a todo el personal.
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La psicóloga hizo especial hincapié en que es muy importante que, en el momento de transmitir esa mala noticia, tanto el profesional sanitario como el paciente estén acompañados y se encuentren en un entorno adecuado a la situación. Del mismo modo, y a través de la simulación de casos reales, se destacó la importancia de que el profesional no se implique emocionalmente ni tampoco sea frío a la hora de comunicar las noticias.
Otros de los objetivos del curso ‘La comunicación de las malas noticias’ son capacitar a los alumnos para poder identificar los estados emocionales del usuario en el proceso de adaptación a la enfermedad; aumentar habilidades de comunicación verbal y no verbal; así como distinguir y saber aplicar las técnicas fundamentales relativas a malas noticias como, por ejemplo, la empatía, normalización, legitimación, manejo de la incertidumbre y afrontamiento de la negación.
Para ello, la psicóloga introdujo a los profesionales del Hospital Virgen de Altagracia de Manzanares en los aspectos básicos de la comunicación, como son los ruidos del ambiente, interferencias, componentes de la comunicación no verbal; se centró en la utilidad clínica de la comunicación no verbal; y abordó los diferentes modelos de profesional: paternalista, técnico, centrado en el paciente.
Buen comunicador
Así mismo, los asistentes han conocido durante esta semana las características del buen comunicador (empatía, calidad, concreción, capacidad de escucha, respeto y asertividad), cómo dar malas noticias, tanto al paciente y como al familiar, cómo debe ser la comunicación al final de la vida y cómo manejar las emociones.
El curso ‘La comunicación de las malas noticias’ es otra más de las numerosas actividades organizadas por el Área de Formación y Docencia del hospital manzanareño para ampliar los conocimientos de sus profesionales y, de este modo, mejorar la atención que se presta a los usuarios de su área de referencia.
A esta actividad formativa -impartida por la psicóloga Raquel Arellano—han acudido una treintena de profesionales sanitarios del centro hospitalario, tanto de Medicina como de Enfermería, durante cinco sesiones celebradas en el Aula Médica Emiliano García Roldán. La primera edición del curso se desarrolló desde el 30 de marzo al 3 de abril y estuvo dirigida a todo el personal.
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La psicóloga hizo especial hincapié en que es muy importante que, en el momento de transmitir esa mala noticia, tanto el profesional sanitario como el paciente estén acompañados y se encuentren en un entorno adecuado a la situación. Del mismo modo, y a través de la simulación de casos reales, se destacó la importancia de que el profesional no se implique emocionalmente ni tampoco sea frío a la hora de comunicar las noticias.
Otros de los objetivos del curso ‘La comunicación de las malas noticias’ son capacitar a los alumnos para poder identificar los estados emocionales del usuario en el proceso de adaptación a la enfermedad; aumentar habilidades de comunicación verbal y no verbal; así como distinguir y saber aplicar las técnicas fundamentales relativas a malas noticias como, por ejemplo, la empatía, normalización, legitimación, manejo de la incertidumbre y afrontamiento de la negación.
Para ello, la psicóloga introdujo a los profesionales del Hospital Virgen de Altagracia de Manzanares en los aspectos básicos de la comunicación, como son los ruidos del ambiente, interferencias, componentes de la comunicación no verbal; se centró en la utilidad clínica de la comunicación no verbal; y abordó los diferentes modelos de profesional: paternalista, técnico, centrado en el paciente.
Buen comunicador
Así mismo, los asistentes han conocido durante esta semana las características del buen comunicador (empatía, calidad, concreción, capacidad de escucha, respeto y asertividad), cómo dar malas noticias, tanto al paciente y como al familiar, cómo debe ser la comunicación al final de la vida y cómo manejar las emociones.
El curso ‘La comunicación de las malas noticias’ es otra más de las numerosas actividades organizadas por el Área de Formación y Docencia del hospital manzanareño para ampliar los conocimientos de sus profesionales y, de este modo, mejorar la atención que se presta a los usuarios de su área de referencia.
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