He pecado. Prometo que esta situación de locura consumista y orgía "gasolinística" me ha superado y ha hecho que me sume a este caos comprador que nos ha envuelto hoy. Ver a decenas de coches -incluido el mío- esperando estoicamente los atascos originados en las gasolineras para obtener su dosis de sustento -por si las moscas- dice mucho del lavado de cerebro, al que nos tienen sometidos los medios de "comunicación". Basta con repetir una y otra vez la palabra desabastecimiento para que todos salgamos disparados al Mercadona más cercano o a la gasolinera más próxima para arrasar con todo y dejar estanterías, surtidores y carteras tiritando.
16 horas: Estación de servicio de Repsol en la que unos carteles decían "sistemas informáticos saturados". Tiempo medio de espera 15 minutos -¿se agotará, no se agotará?- para llegar a la preciada dosis de Eurosuper a 1,24€/litro, más otros 18 minutos de cola para intentar pagar con tarjeta.
20 horas: Mercadona -sólo iba a por unas Coca Colas y pan de molde-. Situación dantesca: huevos agotados, del pollo ni rastro, pan de molde desaparecido en combate -sólo quedaba el más caro-, leche en vías de reposición, carros hasta arriba, como si el fin del mundo se acercara, gente gastándose auténticas burradas en la compra y todas las cajas abiertas y con bastante cola.
Leer más...
21 horas, llego a casa "satisfecho" porque mi subconsciente me dice que he cumplido como ciudadano: he participado en el caos gasolinero y he puesto mi granito de arena en el delirio comprador que mañana abrirá todas las portadas de periódicos, radios y telediarios y que seguirá alimentando esta vorágine y euforia consumista a la que estamos completamente enganchados.
16 horas: Estación de servicio de Repsol en la que unos carteles decían "sistemas informáticos saturados". Tiempo medio de espera 15 minutos -¿se agotará, no se agotará?- para llegar a la preciada dosis de Eurosuper a 1,24€/litro, más otros 18 minutos de cola para intentar pagar con tarjeta.
20 horas: Mercadona -sólo iba a por unas Coca Colas y pan de molde-. Situación dantesca: huevos agotados, del pollo ni rastro, pan de molde desaparecido en combate -sólo quedaba el más caro-, leche en vías de reposición, carros hasta arriba, como si el fin del mundo se acercara, gente gastándose auténticas burradas en la compra y todas las cajas abiertas y con bastante cola.
Leer más...
21 horas, llego a casa "satisfecho" porque mi subconsciente me dice que he cumplido como ciudadano: he participado en el caos gasolinero y he puesto mi granito de arena en el delirio comprador que mañana abrirá todas las portadas de periódicos, radios y telediarios y que seguirá alimentando esta vorágine y euforia consumista a la que estamos completamente enganchados.
Comentarios
Yo todavia sólo he caido en la tentación de acumular yogures desnatados por si me faltan y me quedo sin poder hacer la dichosa dieta de cara a las vacaciones.
Merce, esto de quedarnos desabastecidos nos va a venir muy bien para la operación biquini, jajaja.
Crhoy, echo de menos este tipo de entradas en el blog...Un saludo.