Tanto Prisa como el PSOE, esos amantes que van siempre de la mano para enlodazar la honorabilidad de un partido político con una estrategia de acoso y derribo, deberían pedir perdón a todos aquellos que mortificaron, con esas acusaciones tan deplorables que se hicieron hace unos cuantos años por el supuesto ¿fraude? del lino. Quizás es demasiado tarde para Carlos Moro y Loyola de Palacio que ya no están entre nosotros, pero sí que deberían disculparse con Nicolás López de Coca que fue vilmente crucificado tanto politíca como profesionalmente hablando.
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Parece que nos hemos acostumbrando a que el PSOE y PRISA se inventen supuestos fraudes - como el del lino (a tres días de las elecciones europeas de 1999) o el lío de los papeles de Melilla (a 1 mes escaso de las municipales y autonómicas de este año) - para sacar tajada política de ello e intentar escorar al PP fuera del régimen democrático, siempre con el objetivo de dañar a los mismos y haciendo entrever que los populares son los únicos "delincuentes" que hay este País.
Bono fue uno de los que más se benefició, electoralemente hablando, de la campaña que se montó en contra del PP con la ayuda inestimable de Garzón, Caldera y Fernández de la Vega. Ahora todos ellos son los responsables de los daños causados a estas personas y por ello, deberían pedir perdón y responsabilizarse a su vez, de que la Unión Europea retirara todas las ayudas de este cultivo en la Región y de la imagen que se proyectó al exterior.
El problema es que el PSOE es de mucho de "tirar la piedra y esconder la mano", así que dudo mucho que tenga el valor de pedir perdón, nunca lo han hecho y nunca lo harán.
Comentarios
Enhorabuena, no dudabamos de vuestra inocencia.
Loyola, rezaremos por ti que tanto ayudaste a Castilla la Mancha, no te olvido.Ejemplo de mujer.
Lo que tendrían que hacer es abrir diligencias judiciales contra todos los que les han acusado impunemente y luego exigir que pidan perdón ante la opinión pública.
Algunos ya no viven, pero seguro que desde arriba agradecerán que su memoria y sus nombres queden limpios, un recuerdo para todos ellos.
Loyola de Palacio, entonces Ministra de Agricultura fue otra de las crucificadas y también ha fallecido y puede que todo eso le afectara a la hora de tener un tumor, pues según algunos oncólogos el estres también produce cáncer.
Si fueran familiares míos iría a saco.