Barreda insta a los ciudadrealeños a reivindicar la figura y la obra del artista local Joaquín García Donaire
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, animó ayer a los ciudadrealeños a que reivindiquen la figura y la obra del artista local Joaquín García Donaire “no sólo porque fuera uno de los nuestros, sino porque fue uno de los mejores escultores españoles del siglo XX”, proclamó.
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Barreda, que presidió el acto organizado por la Asociación de Cofradías de Semana Santa de Ciudad Real con motivo del cincuentenario de una de las obras de Donaire, el grupo escultórico de la Resurrección de Cristo, recordó que el artista era hijo y sobrino de escultores y que inició su formación en la Escuela de Artes de Ciudad Real, en la que tuvo como profesores a Antonio López Torres o a su tío Felipe García Coronado.
Luego, ya en los años cincuenta, García Donaire obtuvo una beca para ampliar sus estudios en Roma, años en los que coincidiría con otro gran artista ciudadrealeño, el pintor Manuel López Villaseñor, y en los que recibiría el encargo de las cofradías de Ciudad Real para tallar las imágenes del paso que saldría en procesión el Domingo de Resurrección.
Según el presidente, la primera salida del grupo escultórico en la Semana Santa de 1960 fue “un impacto social, además de religioso y cultural” porque la Semana de Pasión ciudadrealeña tenía por fin una procesión el Domingo de Resurrección de la que carecía hasta entonces y porque las tallas de García Donaire retratan un Cristo de complexión atlética que ha triunfado sobre la muerte al que rodean soldados romanos sorprendidos por su vuelta a la vida.
Más allá de estas características “novedosas y rompedoras” que “hicieron que en mi casa no se hablará de otra cosa”, confesó Barreda, con el nuevo Misterio la Semana Santa de Ciudad Real dejaba de acabarse el Sábado Santo y recibió un nuevo impulso que las cofradías están sabiendo mantener, un impulso que se renueva cada año cuando comienza la primavera.
En este sentido, el presidente expresó que en la Semana Santa reconocemos nuestras esencias y creencias, que hay que mantener y potenciar, y subrayó que actúa como un “anclaje emocional con nuestra fe y con Ciudad Real”
En su intervención, José María Barreda felicitó al presidente de la Asociación de Cofradías de Ciudad Real, Emilio Martín Aguirre, por el trabajo que realizan las veinticuatro hermandades a lo largo de todo el año, hizo suyo el mensaje del vicario general de la Diócesis de Ciudad Real, Miguel Esparza, que habló de la necesidad de que, además del título de Interés Turístico Nacional que se le concedió hace tres años la Semana Santa de la capital mantuviera el “interés espiritual”, y tuvo unas palabras de afecto para la viuda de Joaquín García Donaire, Gianna Prodan.
Por su parte, el vicario general expresó su satisfacción por la celebración de los cincuenta años de un paso de Semana Santa porque eso supone que numerosas personas han trabajado unidas durante mucho tiempo y dio las gracias a las instituciones y entidades que colaboran con la Semana de Pasión ciudadrealeña por su sensibilidad y porque “vuestra colaboración humaniza nuestra sociedad”.
Además, tomaron la palabra el concejal de Cultura y de Juventud del Ayuntamiento de Ciudad Real, Santiago Amores, y el presidente de la Asociación de Cofradías, Emilio Martín Aguirre, quien narró cómo la asociación llegó a encargar el grupo escultórico a García Donaire para que Ciudad Real tuviera procesión el Domingo de Resurrección.
El acto concluyó con la entrega de la entrega de medallas conmemorativas de la efeméride a las diferentes hermandades e instituciones que a lo largo de estos cincuenta años han contribuido al mantenimiento de la procesión. Se reconoció así al Cabildo de Catedral, ya que la procesión sale del primer templo de la ciudad; del Museo Diocesano, donde se encuentra todo el año el misterio; del Ayuntamiento, de la Junta de Comunidades y las entidades Caja Rural y Caja Castilla La Mancha, que colaboraron hace unos años en la restauración del conjunto escultórico.
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Barreda, que presidió el acto organizado por la Asociación de Cofradías de Semana Santa de Ciudad Real con motivo del cincuentenario de una de las obras de Donaire, el grupo escultórico de la Resurrección de Cristo, recordó que el artista era hijo y sobrino de escultores y que inició su formación en la Escuela de Artes de Ciudad Real, en la que tuvo como profesores a Antonio López Torres o a su tío Felipe García Coronado.
Luego, ya en los años cincuenta, García Donaire obtuvo una beca para ampliar sus estudios en Roma, años en los que coincidiría con otro gran artista ciudadrealeño, el pintor Manuel López Villaseñor, y en los que recibiría el encargo de las cofradías de Ciudad Real para tallar las imágenes del paso que saldría en procesión el Domingo de Resurrección.
Según el presidente, la primera salida del grupo escultórico en la Semana Santa de 1960 fue “un impacto social, además de religioso y cultural” porque la Semana de Pasión ciudadrealeña tenía por fin una procesión el Domingo de Resurrección de la que carecía hasta entonces y porque las tallas de García Donaire retratan un Cristo de complexión atlética que ha triunfado sobre la muerte al que rodean soldados romanos sorprendidos por su vuelta a la vida.
Más allá de estas características “novedosas y rompedoras” que “hicieron que en mi casa no se hablará de otra cosa”, confesó Barreda, con el nuevo Misterio la Semana Santa de Ciudad Real dejaba de acabarse el Sábado Santo y recibió un nuevo impulso que las cofradías están sabiendo mantener, un impulso que se renueva cada año cuando comienza la primavera.
En este sentido, el presidente expresó que en la Semana Santa reconocemos nuestras esencias y creencias, que hay que mantener y potenciar, y subrayó que actúa como un “anclaje emocional con nuestra fe y con Ciudad Real”
En su intervención, José María Barreda felicitó al presidente de la Asociación de Cofradías de Ciudad Real, Emilio Martín Aguirre, por el trabajo que realizan las veinticuatro hermandades a lo largo de todo el año, hizo suyo el mensaje del vicario general de la Diócesis de Ciudad Real, Miguel Esparza, que habló de la necesidad de que, además del título de Interés Turístico Nacional que se le concedió hace tres años la Semana Santa de la capital mantuviera el “interés espiritual”, y tuvo unas palabras de afecto para la viuda de Joaquín García Donaire, Gianna Prodan.
Por su parte, el vicario general expresó su satisfacción por la celebración de los cincuenta años de un paso de Semana Santa porque eso supone que numerosas personas han trabajado unidas durante mucho tiempo y dio las gracias a las instituciones y entidades que colaboran con la Semana de Pasión ciudadrealeña por su sensibilidad y porque “vuestra colaboración humaniza nuestra sociedad”.
Además, tomaron la palabra el concejal de Cultura y de Juventud del Ayuntamiento de Ciudad Real, Santiago Amores, y el presidente de la Asociación de Cofradías, Emilio Martín Aguirre, quien narró cómo la asociación llegó a encargar el grupo escultórico a García Donaire para que Ciudad Real tuviera procesión el Domingo de Resurrección.
El acto concluyó con la entrega de la entrega de medallas conmemorativas de la efeméride a las diferentes hermandades e instituciones que a lo largo de estos cincuenta años han contribuido al mantenimiento de la procesión. Se reconoció así al Cabildo de Catedral, ya que la procesión sale del primer templo de la ciudad; del Museo Diocesano, donde se encuentra todo el año el misterio; del Ayuntamiento, de la Junta de Comunidades y las entidades Caja Rural y Caja Castilla La Mancha, que colaboraron hace unos años en la restauración del conjunto escultórico.
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